martes, 23 de octubre de 2012

CONSECUENCIAS DE CONSUMIR DROGAS

CONSECUENCIAS DE CONSUMIR DROGAS

El drogadicto sufre un proceso de despersonalización. Esto significa que se altera la relación del individuo enfermo con la sociedad, y se desestabiliza su rol como estudiante, trabajador, padre de familia, etc. Señalemos algunos síntomas de estas consecuencias:
1. Deterioro de la imagen personal.
Se pierde la imagen anterior de la persona, y se asume la identidad de consumidor, con los consiguientes daños para el prestigio personal y la autoestima. El deterioro de la propia imagen impide a algunos sujetos el desarrollar la fuerza necesaria para levantarse e iniciar el camino hacia la superación. Es como si dijera: puesto que dicen que no valgo nada, ya no me importa nada.
2. Aislamiento.
La persona que consume alcohol y droga en exceso tiende a perder contacto con sus antiguas amistades, y se relaciona mucho menos con sus familiares. El consumo de droga conduce a la desesperación y soledad absoluta, situación que puede disparar las consiguientes experiencias depresivas.

3. Estigmatización.
La sociedad lo etiqueta de “drogadicto” y, por mecanismos del modelo que se refiere a la teoría de la personalidad implícita, y otros procesos de atribución, le atribuye diversos comportamientos y características que no necesariamente tiene esa persona. Por ejemplo, le tildan de irresponsable, vicioso, ladrón, delincuente, promiscuo sexual, etc.


4. Rechazo social.
Jóvenes que hasta hace poco tiempo caían bien a los demás, e irradiaban una buena imagen de gracia y simpatía, empiezan a ser rechazados, como consecuencia del cambio producido en las redes de amistad, y por la relación frecuente con otros consumidores, que es considerada por los otros miembros de la sociedad como relación contaminante.
5. Relación de pareja.
La relación de pareja es un proceso complejo y delicado; son muchos los elementos cognitivos y afectivo – emotivos, que en ella entran en juego. Ese proceso sufre un grave deterioro general, y es probable que también la otra persona acabe involucrada en la práctica del consumo. A pesar de que, especialmente por parte de las mujeres, es bastante frecuente el mito de que su novio cambiará de conducta al casarse, y asumirá entonces una conducta más responsable, y no volverá a consumir (lo ha prometido tantas veces), es aconsejable que no se llegue al compromiso matrimonial en estas condiciones. Las estadísticas muestran que si no se produce el cambio antes del matrimonio, tampoco se dará al casarse, al menos no al principio del matrimonio.

6. Vida familiar.
Es obvio que la familia del drogadicto o del consumidor excesivo de alcohol sufre una severa desorganización. Las relaciones comienzan a centrarse en la persona del consumidor de una manera obsesiva, y otros miembros de la familia (especialmente hermanos menores) comienzan a vivir hacia el enfermo una casi trágica ambigüedad afectiva: por un lado sienten amor y lástima por el alcohólico o drogadicto, pero por otro lado no pueden evitar otros sentimientos de rabia y menosprecio, acompañados de un sentimiento generalizado de impotencia. Así, el miembro consumidor de la familia se torna en elemento de discordia, y perturbador de la paz en el seno del hogar.
7. Rendimiento escolar y problemas de conducta.
En el caso de los estudiantes se pierde el interés por los estudios y se altera el comportamiento tanto al interior como al exterior de la institución. Ello es también ocasión para que el prestigio del consumidor baje vertiginosamente en el concepto que de él se van haciendo sus compañeros y profesores.
8. Desempeño laboral.
En el caso de los trabajadores disminuye la motivación para el logro en general, y son frecuentes las conductas de ausentismo y falta de concentración en la tarea, con lo cual baja su productividad, exponiéndose a las malas calificaciones y al peligro de despido. Es un hecho que a causa del consumo exagerado del alcohol y drogas, disminuye en muchos lugares la calidad del trabajo y la eficacia. El sujeto ve alterada su disposición para el trabajo, y cada día experimenta una mayor dificultad para asistir a su centro laboral y cumplir con las tareas encomendadas.
9. Riesgo de accidentes.
Esto resulta especialmente crítico en ocupaciones que involucran manejo de maquinaria, responsabilidad sobre valores e información, o sobre la seguridad de terceros. En Chile exhibimos un triste récord en accidentes automovilísticos, muchos de ellos con pérdida de vidas humanas, a causa de este problema. Véanse cuántos jóvenes han perdido la vida en nuestras calles y carreteras después de una fiesta, o de encuentros discotequeros de fin de semana.
10. Incidencia en conductas delictuales.
El uso indebido de alcohol y drogas tiende a producir conductas antisociales. Por lo general, el proceso se desarrolla de la siguiente forma: inicio del consumo, mantenimiento del mismo hasta llegar al acostumbramiento y dependencia, necesidad perentoria de dinero para adquirir el producto de consumo, venta y trueque de las propias pertenencias por drogas, sustracción de dinero y enseres de la familia y, finalmente, robo a terceros.
11. Costos de tratamiento.
Otra consecuencia social son los altos costos de los procesos de tratamiento y rehabilitación. A esto se suma la poca disponibilidad que existe en nuestro país, de centros adecuados de tratamiento.
12. Riesgo de SIDA.
Esto ocurre no sólo por el posible uso de drogas por vía endovenosa, sino porque bajo los efectos del alcohol y otras drogas, se facilitan conductas de promiscuidad sexual.
Por todo lo que llevamos dicho se ve que el drogadicto es alguien que necesita de toda la ayuda de la sociedad, pues se trata de un enfermo social; es un enfermo con el agravante de que ha perdido, en la mayoría de los casos, la fuerza necesaria para sobreponerse a sí mismo (voluntad enferma), y por lo tanto, su recuperación depende en gran medida de la red de apoyo que podamos tender hacia él.
El drogadicto es una persona que ha deshecho su óptica social y proyecto personal, ha destruido su personalidad, y perdido la alegría de vivir. ¿Cómo recuperarle? He ahí el desafío de las instituciones sanitarias públicas y privadas de la sociedad. Como siempre, lo más importante es atender a todos los medios necesarios para promover desde la infancia una eficaz campaña de salud preventiva o primaria en torno al problema. No sólo los servicios de salud, sino la familia y las instituciones educacionales (desde la primaria hasta la universitaria), tienen mucho que decir y hacer en este campo. Todo desarrollo personal y social pasa por la educación.

COMENTARIO: DESPUÉS DE LEER ESTE TEMA OPINO QUE LAS DROGAS SON UNA ADICCIÓN QUE CON EL CONSTANTE CONSUMO TE TRAE CONSECUENCIAS PARA TU SALUD Y NO SOLO TE AFECTA A TI SINO TAMBIEN A TU FAMILIA.

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